Mañana se celebra del Día Internacional del Té. De acuerdo con las Naciones Unidas, el té "es la bebida más consumida del mundo, después del agua. Se cree que el té se empezó a cultivar en el noreste de la India, el norte de Myanmar y el suroeste de China, pero se desconoce el lugar exacto donde creció la planta por primera vez. El té ha estado con nosotros durante mucho tiempo. En China, hay constancia de su consumo desde hace al menos 5000 años".
Este año, este día "destaca la importante contribución del té a los medios de subsistencia, la sostenibilidad y el bienestar. Es también una oportunidad para celebrar el patrimonio cultural, los beneficios para la salud y la importancia económica del té".
China se consolidó en 2023 como el principal productor de té a nivel mundial, con una producción de 3.250.000 toneladas, y de ellas, "sólo" se exportaron 367.444 toneladas, por lo que el consumo interno de té en China se mantuvo notablemente alto, de acuerdo con datos del International Tea Committee y la Asociación Alemana de Té. Esta cifra de producción la posiciona muy por delante del resto de los países, confirmando su liderazgo histórico en este cultivo milenario.
India ocupa el segundo lugar con 1.367.700 toneladas, seguida por Kenia, que con 570.260 toneladas se posiciona como el principal productor africano. Sri Lanka, otro actor clave en Asia, produjo 256.040 toneladas. El grupo de “otros países” aportó en conjunto 1.156.000 toneladas, lo que indica una diversificación moderada en la producción global.